Just me

Tú ya estás “dique” de lo más repuestico o repuestica de aquella relación tan importante para ti. Ha pasado el tiempo, las heridas han curado.

Ya hasta tienes ánimos para salir a coger una brisita en la calle y volver a ver las ofertas de prospectos que ofrece la ciudad. Te pones una ropita chula, te arreglas y sales con algún amigo o amiga para tomarte algo. Tienes el reflejo de no elegir ningún lugar de los que acostumbrabas a ir con tu ex, pero el diablo no duerme. Te encuentras a tu ex adorado tormento en el sitio que menos pensabas y, sí, de la mano con otra persona.

¡Ay mi madre! Tu amigo o amiga traga casi más en seco que tú, que en teoría y por la adrenalina del momento actuaste lo más dignamente y como si no fuera contigo. Saludaste, sonreíste, y escuchaste cuando dabas la espalda un “cuídate”, que sonó como un trueno que cayó directo en tu estómago.

El resto de la noche es obvio que cambió el tono. Y puede acabar con un jumaso en el que termines dando asco lloriqueando y diciendo de todo de tu ex, o en un truño que te lleve a decidir irte a casa.
Y aunque parezca que esta es la peor de las situaciones, todavía hay agravantes que pueden hacerla más dura.

En el caso de que hayas sido tú el o la “botada”, es mil veces más doloroso ver “lo rápido que se ha podido olvidar de ti”. Si en vez de “toparse” en un lugar al que fuiste bien arreglado o arreglada, se encuentran estando tú con el pelo sucio y unas chancleticas, en el caso de las mujeres (o sea como una pura chopa, en buen dominicano), o con una barba de tres días y bien “pelú”, en el caso de los hombres.

Luego hay un aspecto que es la persona que acompaña a tu ex. En el caso de las mujeres, no importa si es muy bonita o muy fea, como quiera la van a acabar. Que si ésa no es mujer para él, que si se le ve que es una loquita vieja, que si “escobita nueva barre bien” que espere a que ese pendejo saque las uñas.

Los hombres quizá no sangren por la herida criticando al nuevo tipo, sino que tiendan a concentrarse más en ella, en lo fácil que se enredó con otro, y se martiricen pensando que “eso” lo está disfrutando otro.

En teoría ya no tenemos nada que ver con ellos, e incluso puede darse el caso de que nosotros también estemos acompañados y hasta de lo más entusiasmados con el nuevo romance, pero ¡qué vaaaa!, nos sale el egoísmo y el encuentro nos daña por lo menos la noche. ¡Y lo duro que es mantener la cara tranquila delante del nuevo amor! Al final siempre se dan cuenta de que hemos sido afectados y ese pleito va. ¡Encima de todo!

En fin señores, que cosas como ésta nos han pasado a todos los dominicanos, porque con lo pequeño que es este país es casi imposible que no pase. Así que si están terminados no se les ocurra salir a la calle hechos un desastre porque se pueden encontrar con su “ex” al doblar de cualquier esquina.


( Texto tomado de la seccion "relaciones peligrosas" de la revista Estilo/s)

PD: La mayoria de ustedes saben que acabo de pasar por una ruptura amorosa, pero por suerte "Todavia " no me ha pasado, espero no verme en esa situacion, mientras tanto, no salgo ni a la farmacia sin pintalabios y bien peinada, no valla a ser cosa... ya tu sabe' "